No era la primera vez que visitábamos Lamucca. Fue un gran descubrimiento de la Guía Mammaproof Madrid que siempre nos acompaña cuando vamos a la capital. Ellas nos lo habían recomendado como uno de los sitios geniales para ir con la tribu un día de turismo por Madrid. Dicho y hecho.
Martín estuvo encantado en su trona mientras nosotros comíamos según las recomendaciones de los majísimos camareros.
Pero en esta ocasión, fui con una amiga que vive en Madrid. Buscábamos: céntrico, con encanto, donde poder charlar un buen rato y algo diferente para comer… Se me ocurrió que podía volver a Lamucca y aprovechar para hacer las fotos que la primera vez no había hecho (aún no estaban las lagartijas por aquí).
A Leti, mi amiga, le encantaron su decoración con toque vintage, sus rincones donde, además de comer, puedes perderte para poder leer, tomar un café con un dulce o incluso poder pintar o disfrutar de un cuento con los peques.
No será la segunda ni la última vez que volvemos a este rinconcito de la trastienda de Gran Vía. Comienza el buen tiempo y… esta terraza pide una deliciosa carrot cake (una de mis favoritas).
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