Las vacaciones de Semana Santa han hecho que os tenga que contar de golpe un montón de cosas que me han hecho sonreir desde la última vez. Día del Padre…
En Asturias existe una tradición en la que los padrinos tienen que dar algún regalo dulce, palpable, jugueteable a sus ahijados con motivo del Domingo de Ramos. Se llama “El Bollu”. Nosotros hicimos una gran merendola con sobris, titos, primos y abus y la sonrisa no se me borró de la cara. Martín ya tiene su primera moto (y última hasta que cumpla los 30 ;-)) Os dejo también alguna foto de “El Bollu” que le hice a mi lagartijo-ahijado, un gran castillo de chocolate.
Las vacaciones de Semana Santa en Madrid…
Y que el gordo se hace mayor…
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