El paraíso para un familia como la nuestra, con ‘Todo incluido”: niño, perro de importantes dimensiones e inquietudes gastronómicas. ¡Todos podemos entrar en Magasand!
Había leído varios blogs en los que recomendaban esta visita, pero puedo decir que me sorprendió gratamente. Entrar y darte de bruces con esto…
…ya es todo un lujo. Te sientes un poquito más en tu salsa.
Nuestro plan era sencillo: poder desayunar en familia, con Matías a nuestros pies y con la tranquilidad del “bien recibidos” como ingrediente principal ¡Lo conseguimos!
Magasand combina a la perfección la comida rápida e ingredientes de alta calidad.
Nuestra selección fue un acierto, pero también una tarea difícil. Todos las ofertas de la carta tenían una pinta… hummm… Ensaladas, sándwiches, riquísimos zumos de frutas y batidos de frutas (smoothies) para todos los gustos. Seguro que encuentras tus favoritos entre ellos.
Como nos encantó, seguiremos probando poquito a poco. La presentación un 10: original y práctica. Dos cosas que para mi tienen que ir de la mano. A veces la presentación es espectacular, pero… eh… “¿cómo se come esto?” Frase que dice mi abuela para todo lo que no son… garbanzos o macarrones
Mientras esperábamos hambrientos se nos ocurrió que podíamos ojear los mil y un libros (de peques y no tan peques) que estaban en sus estanterías. Éste siempre es un plan mucho más divertido que acercarnos peligrosamente a la chimenea ¡sin ningún miedo! Como leemos un libro cada 5 segundos, nos dio tiempo a ojear unos cuentos. Los elefantes siempre son nuestra mejor opción.
No sólo la comida es atractiva en este local cercano al Retiro (Columela, 16), también su diseño industrial y acogedor, su oferta de productos para la venta y el carácter especialmente agradable de los chicos que nos atendieron.
Un sitio genial para “repostar” en familia, o sin ella.
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