Nunca he entendido a la gente que dice “tengo suficientes amigos, no necesito más”. Me parece una forma de ponerte freno. De perderte mil y una historias que te pueden enriquecer y hacerte mejor persona. A lo largo de la vida hay personas que permanecen y otras que no. Esto es un cambio constante y, necesariamente, no somos iguales con 18 que con 38, así que hay gente que cambia contigo y otra que se distancia. Es la vida, es normal. La relación con las que se quedan cada vez es más fuerte, más de verdad. Una suerte teneros.
Pero en el camino aparecen más personas. Unas, muchas, que están en un terreno intermedio. Otras, que yo las identifico con unas sandalias de tacón de aguja de 12 centímetros (no me gustan los tacones). De esas que solo te pones para una boda y que no te permiten ir en busca de los mejores canapés. Con ellas te sientes insegura, te pones a caminar y te tiemblan las piernas, se te carga el gemelo… ¡¿qué necesidad?! Es más, cuando llega lo bueno, el baile, te las cambias por unas alpargatas porque no te permiten bailar…
Y otras… otras que son lo más parecido a una bata de andar por casa. Pero no una bata de seda y encaje. No calientan nada y el encaje pica. Una bata de guatiné, de forro polar. Esa que te la pones cuando acaba el día, te la ajustas e, inmediatamente, cierras los ojos y una sonrisa aparece en tu cara. Ésa que huele a la crema que te pones para ir a la cama y, a su vez, al café recién hecho de por la mañana. Lo reconozco, iría con ella hasta el fin del mundo y seguiría haciéndome sentir… en casa. Pues este tipo de personas han sido para mi las “Corre con ellas”.
Somos un grupo de mujeres muy distintas. Cada una tiene unas circunstancias de vida, una motivación diferente… Pero también tenemos muchos puntos en común. Correr nos aporta equilibrio en nuestras vidas. Nos hace sentir bien. (Quién me lo iba a decir a mi hace unos años…) Y correr juntas ya… me resulta difícil hasta explicároslo. Somos un equipo alucinante, para qué engañaros. Tenemos una Reina Madre, Marta Díez Manzano. Una atleta increíble. Condición que se queda más que corta cuando la comparas con su valía como persona. Es paciente, buena persona, generosa… tan generosa que sabe sacar de cada una de nosotras nuestra mejor versión, lo mejor que llevamos dentro. Y, en este sentido, no hablo solo de correr más rápido o mejor.
Solo quería daros las gracias. Porque hay personas con las que estás y otras personas con las que eres. Gracias Bego, Henar, Alba, Ana, Cova, Maje, Paula, Patri, Noe, Sagra, Sabrina, Sonia, Ana Conservatorio, Marta e Isa por dejarme SER con vosotras, por ser mis batas de guatiné.
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